lunes, 28 de noviembre de 2016

Huracán Otto

Imagen tomada de La Prensa
¿Caridad o presunción?

Tras el desafortunado paso del Huracán Otto, los Costarricenses se han unido de mil maneras distintas para ayudar a esos cientos de personas que hoy apenas comienzan a sufrir los estragos de este fenómeno natural, un fenómeno que sin duda alguna nos traerá consecuencia que se irán dejando ver cada vez más en el transcurso del próximo año.
La población que no fue afectada directamente, se ha hecho notar con muestras de afecto, hemos dejado salir las mejores cualidades humanas, siempre características del Costarricense. Pero en nuestro afán por ayudar también hemos aprovechado la desagradable oportunidad de exhibirnos. De dar con la espera de recibir algo a cambio, arruinando completamente la acción solidaria que se estaba prestando. Otra vez el exhibicionismo en redes y el narcisismo humano hacen ver más que una obra de caridad, una necesidad impresionante de llamar la atención.
Una obra de caridad es la acción desinteresada de un individuo de dar amparo a otro sin esperar nada cambió.
Un gran activista no necesita la aprobación del mundo entero para sentir que lo que está haciendo es lo correcto lo hace por convicción y es esa convicción donde radica la diferencia entre una obra de caridad y ayudar para ayudar a incrementar a mi ego, no a los demás.
Cuando ayudamos y tenemos la necesidad de publicar en Facebook fotos de lo grandiosa persona que soy, cuando necesitamos que el mundo entero sepa lo solidarios que somos, lo mal que nos sentimos, es en definitiva porque necesitamos que el mundo entero nos apruebe y estamos haciendo caridad para nosotros.
Recordemos que no es esta semana la más difícil para esta gente, viene lo más duro, rearmar una vida sin dinero, sin plantaciones, sin un techo y en muchos casos con un vacío en el corazón por esa persona que ya no tendrán a su lado.
Mientras usted y yo usamos esto como una manera de potenciar nuestras visitas en el Facebook, esta gente no tiene un lugar para sufrir su luto.
Le pido  a Dios que a estas personas no les falte fortaleza,claridad y la fe en sí mismos que estas necesitan, pero principalmente pido a  Dios que nos  ayude a ser una sociedad menos necesitada de atención y más empática, más humana. Que en unos días cuando todos estén aburridos de hablar de este huracán usted y yo aún sintamos la necesidad de ayudar en la búsqueda de soluciones entendiendo, que no se recibirá más que la satisfacción propia de saber que lo que estoy haciendo es lo que yo creo correcto.
Y me atrevo a recordarle a cada uno de los pobladores de San José, lo afortunados que somos  lo protegidos que estamos, que nacimos en un país donde tenemos libertades y oportunidades continuas y la mejor forma de darle gracias a la vida por haber nacido acá y no en cualquier otro lado en el mundo es tomando conciencia de que nuestra gente nos necesita.


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